En PrimeCare, entendemos lo dolorosos y frustrantes que pueden ser los juanetes para nuestros pacientes. Estas protuberancias óseas afectan la apariencia de los pies y pueden afectar significativamente a tu movilidad y calidad de vida. La comprensión adecuada y la intervención temprana pueden ayudarte a controlar los juanetes de manera eficaz mediante enfoques conservadores y atención especializada.
¿Qué son los juanetes?

El juanete, conocido médicamente como hallux valgus, es una afección progresiva que se caracteriza por una protuberancia ósea que se forma en la articulación en la base del dedo gordo del pie. Esta deformidad se presenta cuando la primera articulación metatarsofalángica (MTP) se desalinea. A medida que la afección avanza, el dedo gordo del pie se desplaza gradualmente hacia los dedos más pequeños, mientras que el hueso metatarsiano se mueve en la dirección opuesta, lo que hace que la articulación sobresalga hacia afuera.
Como resultado, el hueso se agranda y los tejidos blandos que rodean la articulación se inflaman. Esta desalineación cambia radicalmente la biomecánica del pie y altera la forma en que distribuyes el peso. En algunos casos, los juanetes pueden provocar más problemas en los pies. Los juanetes varían de leves a graves, según el grado de desalineación y los síntomas asociados.
¿Qué tan comunes son los juanetes?

Los juanetes afectan aproximadamente 23-35% de los adultos, y las mujeres los sufren casi tres veces más frecuentemente que los hombres. Esta disparidad de género se debe en parte a la elección del calzado, ya que las mujeres suelen usar zapatos con punteras más estrechas y tacones más altos. La prevalencia aumenta con la edad, y alrededor del 36% de las personas mayores de 65 años tienen algún grado de formación de juanetes.
Etapas del desarrollo de los juanetes
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Los juanetes suelen progresar a través de varias etapas, que incluyen:
- Etapa inicial: Ligera desviación del dedo gordo del pie con síntomas mínimos; en esta etapa, la protuberancia puede ser apenas perceptible.
- Etapa leve: El ángulo entre el primer y el segundo hueso metatarsiano aumenta (normalmente de 11 a 16 grados); en la fase leve, la protuberancia se hace más visible y algunos zapatos pueden resultar incómodos.
- Etapa moderada: Mayor desviación angular (17-32 grados); la fase moderada viene acompañada de un aumento del dolor y dificultad para encontrar calzado cómodo.
- Etapa grave: Desalineación extrema (más de 32 grados); cuando los juanetes se vuelven graves, el dedo gordo del pie puede cruzarse por encima o por debajo del segundo dedo y causar dolor y problemas de movilidad importantes.
Signos y síntomas de los juanetes
El signo distintivo de un juanete es la protuberancia visible dentro del pie en la articulación del dedo gordo del pie. Además de esta deformidad evidente, presta atención a los siguientes síntomas del juanete:
- Dolor persistente o intermitente en y alrededor de la articulación afectada.
- Enrojecimiento, hinchazón y sensibilidad en el sitio del juanete.
- Movimiento restringido del dedo gordo del pie.
- Desarrollo de callos o callosidades donde el primer y el segundo dedo del pie se superponen.
- Dificultad para encontrar zapatos que le queden bien.
- Engrosamiento de la piel en la base del dedo gordo del pie.
- Cambios en la forma del pie, lo que dificulta el uso de zapatos normales.
Si los juanetes empeoran, caminar puede resultar cada vez más doloroso, mientras que las actividades cotidianas pueden verse afectadas de manera significativa.
¿Qué causa los juanetes?

Si bien la causa exacta de los juanetes sigue siendo compleja, las investigaciones sugieren varios factores que contribuyen a ello:
- Estructura del pie heredada: Muchas personas tienen un tipo de pie hereditario que las predispone a la formación de juanetes. Los problemas estructurales, como los pies planos, los arcos bajos o los patrones óseos inusuales, pueden afectar la mecánica del pie y la forma en que se distribuye la presión.
- Mecánica de pie defectuosa: Los patrones anormales de marcha o los problemas biomecánicos pueden ejercer una presión excesiva sobre la articulación del MTP y hacer que se desalinee gradualmente.
- Opciones de calzado: Si bien los zapatos ajustados y mal ajustados con punteras angostas no causan directamente juanetes, pueden agravar una predisposición existente. Los tacones altos agravan el problema al desplazar el peso corporal hacia adelante y aumentar la presión sobre la parte delantera del pie.
- Estrés ocupacional: Los trabajos que requieren estar de pie o caminar durante mucho tiempo pueden acelerar el desarrollo de los juanetes en personas susceptibles.
- Condiciones médicas: La artritis inflamatoria, en particular la artritis reumatoide, puede debilitar las estructuras articulares y contribuir a la formación de juanetes.
Factores de riesgo de juanetes
Hay varios factores que aumentan la probabilidad de desarrollar juanetes, entre ellos:
- Antecedentes familiares: Tener padres o abuelos con juanetes aumenta significativamente el riesgo.
- Género: Las mujeres desarrollan juanetes con mucha más frecuencia que los hombres.
- Edad: El riesgo aumenta con la edad a medida que los años de presión pasan factura.
- Ocupaciones: Los bailarines de ballet, los camareros, los trabajadores de la salud y otras personas que pasan mucho tiempo de pie corren un mayor riesgo.
- Lesiones anteriores en los pies: Los traumatismos en el pie a veces pueden provocar la formación de juanetes.
Complicaciones de los juanetes

Intente tratar los juanetes lo antes posible para evitar complicaciones. Si no se tratan, los juanetes pueden provocar lo siguiente:
- Bursitis: Inflamación de los pequeños sacos llenos de líquido (bolsas) que protegen los huesos cerca de la articulación, lo que provoca dolor e hinchazón adicionales.
- Dedo en martillo: Cuando el segundo dedo del pie se dobla debido a la presión del dedo gordo que se desplaza por debajo de él.
- Metatarsalgia: Dolor e inflamación en la planta del pie a medida que cambia la distribución del peso para adaptarse al juanete.
- Disminución de la movilidad: Los juanetes graves pueden limitar significativamente la actividad física y disminuir la calidad de vida.
- Artritis: El daño articular progresivo puede provocar cambios artríticos en la articulación MTP, lo que provoca dolor y rigidez crónicos.