La enfermedad de Legg-Calve-Perthes es una afección pediátrica compleja de la cadera que requiere cuidados ortopédicos especializados y enfoques de tratamiento integrales. En PrimeCare, nuestra experiencia en ortopedia pediátrica garantiza que los niños reciban un apoyo óptimo durante su proceso de recuperación mediante soluciones avanzadas de aparatos ortopédicos y métodos de tratamiento basados en la evidencia.
¿Qué es la enfermedad de Legg-Calve-Perthes?

La enfermedad de Legg-Calve-Perthes, o enfermedad de Perthes, se produce cuando el suministro de sangre a la cabeza femoral se interrumpe temporalmente en los niños en crecimiento. Esta necrosis avascular provoca la muerte del tejido óseo de la articulación esférica de la cadera y su colapso gradual. Con el tiempo, el proceso de curación natural del cuerpo elimina el tejido óseo muerto y lo reemplaza por hueso nuevo y vivo.
Sin embargo, la cabeza femoral debilitada se vuelve vulnerable a la deformación durante la reconstrucción. Sin un sistema adecuado de contención y control del peso, la cabeza femoral, que una vez es redonda, puede adquirir una forma irregular que ya no se ajusta correctamente a la cavidad de la cadera, lo que puede provocar complicaciones a largo plazo y reducir la función de la cadera.
¿Qué tan común es la enfermedad de Perthes?

La enfermedad de Perthes afecta aproximadamente uno de cada 1.200 niños menores de 15 años. La afección demuestra una fuerte preferencia de género, y ocurre cinco veces más frecuentemente en niños que en niñas. Sin embargo, cuando las niñas contraen la enfermedad de Legg-Calve-Perthes, suelen presentar síntomas y desenlaces más graves debido a su madurez esquelética más temprana.
La edad media de inicio oscila entre 4 y 10 años, y la incidencia máxima se produce alrededor de los 6 a 7 años. La afectación bilateral afecta al 10 al 15 por ciento de los pacientes, aunque rara vez ambas caderas presentan síntomas simultáneamente.
Los estadios de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes

La enfermedad progresa a través de cuatro fases distintas a lo largo de 18 a 24 meses:
- Etapa inicial/de necrosis: En esta etapa, la interrupción del suministro de sangre provoca la muerte ósea y una inflamación intensa. La cabeza del fémur comienza a perder su forma redonda en las radiografías.
- Etapa de fragmentación: El cuerpo extrae el tejido óseo muerto mientras deposita un hueso de reemplazo más blando. Esta fase crítica aumenta el riesgo de colapso y deformación de la cabeza del fémur.
- Etapa de reosificación: La formación de hueso nuevo y más fuerte comienza a remodelar la cabeza femoral. Esta es la fase más larga que puede durar varios años.
- Etapa de curación/remodelación: La forma final del hueso se establece en esta etapa. El grado de redondez alcanzado determina la función y el resultado de la cadera a largo plazo.
Reconocer las señales de advertencia
Los niños con la enfermedad de Legg-Calve-Perthes suelen presentar síntomas tempranos sutiles que los padres podrían descartar inicialmente como dolores de crecimiento o fatiga relacionada con los deportes. Para poder realizar intervenciones tempranas y obtener mejores resultados, los padres deben reconocer estas señales de advertencia.
Los síntomas clave a los que hay que prestar atención incluyen:
- Patrones de cojera: Suele ser indoloro al principio, pero se hace más pronunciado durante las actividades físicas o al final del día.
- Dolor de cadera y dolor referido: Molestia que se irradia a la zona de la ingle, el muslo o la rodilla y que puede confundir el origen real del problema.
- Cambios en la actividad: Patrones de carrera inusuales, evitar ciertos movimientos o favorecer una pierna durante la práctica deportiva.
- Rigidez progresiva: Pérdida gradual del rango de movimiento de la cadera, que afecta particularmente a la abducción de la cadera y la rotación interna.
- Espasmos musculares: Contracciones musculares protectoras alrededor de la articulación de la cadera, que causan molestias adicionales.
- Síntomas intermitentes: Episodios de dolor que empeoran con la actividad y mejoran con el reposo.
Causas de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes
Se desconoce la causa exacta de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes, lo que la convierte en una afección idiopática. Los investigadores creen múltiples factores contribuyen a la interrupción del suministro de sangre que afecta a la cabeza femoral.
- Algunas pruebas sugieren que la predisposición genética puede influir, ya que ciertas familias muestran tasas de incidencia más altas.
- Los factores ambientales, incluida la exposición al humo de segunda mano, parecen aumentar el riesgo en los niños susceptibles.
- Las variaciones anatómicas en el suministro de vasos sanguíneos a la cabeza femoral pueden crear vulnerabilidad a los problemas de circulación.
- El trauma, aunque rara vez se identifica como una causa directa, puede desencadenar la afección en personas predispuestas.
Estudios recientes investigan las posibles conexiones entre los trastornos de la coagulación sanguínea, las respuestas inflamatorias y las influencias hormonales en el desarrollo óseo, aunque no se ha establecido definitivamente ninguna como causa primaria.
Factores de riesgo de la enfermedad de Perthes

Varios factores aumentan la probabilidad de desarrollar la enfermedad de Legg-Perthes. Los niños de baja estatura corren un mayor riesgo, posiblemente debido a un retraso en los patrones de desarrollo óseo. Los niños muestran una susceptibilidad significativamente mayor que las niñas en todos los grupos de edad.
Los niños hiperactivos que participan en actividades de alto impacto pueden experimentar un aumento de la tensión mecánica en las articulaciones vulnerables de la cadera. Los antecedentes familiares de la afección sugieren que hay componentes genéticos, mientras que la exposición a las toxinas ambientales, especialmente al humo del tabaco, se correlaciona con un aumento de las tasas de incidencia.
Posibles complicaciones
La enfermedad de Legg-Calve-Perthes no tratada o gestionada de forma inadecuada puede provocar complicaciones graves a largo plazo. La preocupación más importante es la deformidad permanente de la cabeza del fémur, que crea una incongruencia entre la bola de la cadera y la cavidad.
Este desajuste produce patrones de desgaste anormales, lo que provoca artritis de inicio temprano y dolor crónico en la edad adulta. El pinzamiento de la cadera se produce cuando la cabeza femoral deformada no puede moverse libremente dentro del acetábulo, lo que provoca un bloqueo mecánico y un mayor daño articular.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Legg-Calve-Perthes?
El diagnóstico de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes requiere un enfoque sistemático que combine la experiencia clínica con tecnología de diagnóstico por imágenes de vanguardia. Los especialistas en ortopedia pediátrica utilizan múltiples herramientas de diagnóstico para evaluar el estadio de la enfermedad y planificar con precisión las estrategias de tratamiento óptimas.
El proceso de diagnóstico por lo general implica:
- Examen físico completo: Evaluación detallada de las limitaciones del rango de movimiento de la cadera, los patrones de dolor y la movilidad funcional.
- Radiografías estándar: Imágenes primarias que revelan los cambios característicos de la cabeza femoral y permiten la clasificación del pilar lateral.
- Resonancia magnética avanzada: Visualización superior de la extensión de la necrosis ósea y la afectación del cartílago, especialmente valiosa en los estadios tempranos de la enfermedad.
- Estudios de artrografía especializados: Imágenes con contraste que proporcionan una evaluación detallada de la estructura del cartílago.
- Análisis de sangre de laboratorio: Descartar infecciones, afecciones inflamatorias u otros trastornos que imiten los síntomas de la enfermedad de Perthes.
- Protocolos de seguimiento por imágenes: Monitorización regular durante todo el tratamiento para evaluar el progreso de la curación y la eficacia del tratamiento.
Opciones de tratamiento de la enfermedad de Perthes

Los métodos de tratamiento varían significativamente según la edad del paciente, el estadio de la enfermedad y la gravedad de la afectación de la cabeza femoral. El objetivo principal se centra en la contención, manteniendo la cabeza del fémur correctamente posicionada dentro de la cavidad de la cadera mientras se forma hueso nuevo.
Opciones de tratamiento no quirúrgico
Programas de fisioterapia y ejercicio
La fisioterapia es la piedra angular del tratamiento conservador, ya que hace hincapié en los ejercicios de abducción de cadera y rango de movimiento (ROM). Los ejercicios ROM ayudan a mantener la movilidad articular y, al mismo tiempo, fortalecen los músculos circundantes. Por ejemplo, los programas especializados de estiramiento de Perthes, que se realizan de 2 a 3 veces al día, previenen las contracturas y promueven condiciones de cicatrización óptimas.
Manejo ortopédico y aparatos ortopédicos
El corsé Legg-Calve-Perthes representa un componente crítico del tratamiento para muchos pacientes. Los aparatos de ortodoncia Scottish Rite mantienen la posición de abducción de la cadera y permiten realizar actividades controladas para soportar el peso.
Durante las vulnerables fases de curación, estos secuestros giraron en torno a ortesis pediátricas mantenga la cabeza femoral dentro del acetábulo. Los dispositivos con barra de abducción ofrecen beneficios de contención similares, especialmente durante el uso nocturno.
Modificación de la actividad y restricciones de carga de peso
Los niveles de actividad controlados evitan un estrés excesivo en la cabeza femoral en proceso de cicatrización. La limitación de la capacidad de soportar el peso, que a menudo requiere el uso de muletas o andadores, protege la articulación durante las fases críticas de cicatrización y, al mismo tiempo, mantiene cierta movilidad funcional.
Métodos de tratamiento quirúrgico
Procedimientos mínimamente invasivos
Los centros avanzados ofrecen procedimientos de artrografía combinados con inyecciones de Botox para mejorar la movilidad de la cadera. La descompresión del tronco mediante la inyección de células madre muestra resultados prometedores al acelerar la cicatrización de los huesos y prevenir un mayor colapso.
Cirugía reconstructiva
La cirugía es otra opción. Los procedimientos de osteotomía femoral realinean la articulación de la cadera para optimizar la contención y prevenir la subluxación lateral. Estos métodos quirúrgicos redirigen la cabeza del fémur a una mejor posición anatómica, lo que promueve mejores resultados a largo plazo. En casos graves, es posible que se necesiten osteotomías pélvicas para profundizar la cavidad de la cadera y acomodar las cabezas femorales agrandadas.
Tratamiento de distracción de cadera
Los centros especializados utilizan dispositivos de fijación externos para distraer gradualmente la articulación de la cadera, aliviando la presión sobre la cabeza femoral en proceso de cicatrización y manteniendo una posición óptima para la regeneración ósea.
Cómo prevenir las complicaciones de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes
Si bien la enfermedad no se puede prevenir, el reconocimiento temprano y el tratamiento oportuno reducen significativamente el riesgo de complicaciones. Si los padres notan cojeras o dolor de cadera persistentes en sus hijos, deben solicitar una evaluación inmediata. Mantener los programas de fisioterapia prescritos y el uso adecuado de aparatos ortopédicos previenen la rigidez de las articulaciones y promueven una curación óptima. Las citas de seguimiento periódicas son fundamentales, ya que garantizan un tratamiento eficaz y permiten realizar ajustes oportunos en la intervención.