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Poliomielitis (Polio)

  • Síntomas:

    Debilidad, fiebre, rigidez, fatiga, dolor de cabeza intenso, dificultad para tragar

  • Tratamiento:

    Cuidados de apoyo, terapia, asistencia respiratoria

  • Amputación:

    Extirpación de extremidades en casos avanzados de poliomielitis

  • Prótesis:

    Si la amputación es necesaria - transfemoral, transtibial, transradial, transhumeral

  • Ortesis:

    Aparatos ortopédicos, férulas y plantillas para los músculos, las articulaciones y la movilidad

¿Qué es la polio?

La poliomielitis es una enfermedad vírica contagiosa causada por el poliovirus. Afecta principalmente al sistema nervioso y puede provocar debilidad muscular y parálisis. La poliomielitis se transmite a través del agua o los alimentos contaminados y fue un importante problema sanitario mundial hasta que se desarrollaron las vacunas.

¿Qué es la polio?

¿Es la poliomielitis un virus o una enfermedad?

La poliomielitis es tanto un virus como una enfermedad. El término "polio" se refiere al virus de la polio, que es el virus responsable de causar la enfermedad conocida como poliomielitis o poliomielitis. Así pues, cuando la gente se refiere a la "polio", puede estar hablando del virus en sí o de la enfermedad que causa.

¿Sigue viva la polio?

La poliomielitis sigue existiendo en algunas partes del mundo, pero se han logrado avances significativos en la reducción de su prevalencia gracias a la vacunación antipoliomielítica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones han trabajado diligentemente para erradicar la polio en todo el mundo.

¿Cuáles son los tipos de polio?

La poliomielitis se clasifica en tres tipos principales en función de la gravedad de la enfermedad y de su presentación clínica:

  1. Poliomielitis abortiva: La poliomielitis abortiva es una forma leve de la enfermedad en la que los individuos experimentan síntomas parecidos a los de la gripe, como fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta y rigidez muscular, pero no hay parálisis.
  2. Poliomielitis no paralítica: La poliomielitis no paralítica, también conocida como meningitis aséptica, presenta síntomas más pronunciados que la poliomielitis abortiva, pero carece de la parálisis muscular característica de la poliomielitis paralítica.
  3. Poliomielitis paralítica: La poliomielitis paralítica es la forma más grave de la enfermedad, que provoca debilidad muscular o parálisis. Puede clasificarse en subtipos en función de las zonas afectadas, como la poliomielitis espinal, la poliomielitis bulbar o la poliomielitis bulboespinal.
  4. Polioencefalitis: La polioencefalitis se refiere a la inflamación del cerebro (encefalitis) causada por el poliovirus. Es una complicación de la poliomielitis que puede provocar síntomas neurológicos más graves.
  5. Síndrome postpolio: El síndrome pospoliomielítico (SPP) es una afección que puede afectar a las personas que padecieron poliomielitis en el pasado, incluso si se recuperaron inicialmente de la enfermedad aguda.

¿Cómo afecta la polio a mi cuerpo?

El poliovirus entra en el cuerpo por la boca o la nariz y se multiplica en la garganta y los intestinos. En algunos casos, puede infiltrarse en el cerebro y la médula espinal y provocar parálisis. Esta parálisis puede afectar a las extremidades o a los músculos responsables de la función respiratoria.

¿Quién corre el riesgo de contraer la poliomielitis?

Ciertos grupos corren un mayor riesgo de contraer la poliomielitis o de sufrir casos graves:

  • Personas no vacunadas o insuficientemente vacunadas;
  • Niños menores de cinco años;
  • Los de regiones con saneamiento deficiente;
  • Viajeros a zonas donde la poliomielitis es endémica;
  • Personas inmunodeprimidas;
  • Contactos íntimos de personas infectadas.

¿Pueden contraer la polio los adultos?

Sí, los adultos pueden contraer la poliomielitis si no son inmunes al virus y entran en contacto con el poliovirus. Aunque la poliomielitis afecta principalmente a los niños, los adultos que no están vacunados o que no han estado expuestos previamente al virus pueden contraerla.

¿Es frecuente la poliomielitis?

La poliomielitis se ha vuelto relativamente infrecuente en la mayor parte del mundo, gracias a los amplios esfuerzos de vacunación. La Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Poliomielitis, dirigida por organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF, Rotary International y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), ha logrado importantes avances en la reducción de los casos de poliomielitis. Según la OMS, desde 1988, con las vacunas antipoliomielíticas, se ha producido una notable reducción del 99% de los casos de polio en todo el mundo. En aquel momento, se estimaba que había más de 350.000 casos en 125 países endémicos, y ahora sólo hay dos países donde la polio sigue siendo endémica.

¿Es frecuente la poliomielitis?

¿Cuál es la tasa de supervivencia de la polio?

La mayoría de las personas con poliomielitis no paralítica suelen sobrevivir a la enfermedad. Sin embargo, entre los que desarrollan poliomielitis paralítica, entre el 5 y el 10% mueren al inmovilizarse los músculos respiratorios.

¿Cuáles son los síntomas de la poliomielitis?

¿Cuáles son los síntomas de la poliomielitis?

Los síntomas de la poliomielitis pueden variar mucho, y no todas las personas que contraen el virus experimentan los mismos síntomas. Hay tres tipos principales de síntomas de la poliomielitis:

1. Asintomáticos: Muchas personas infectadas por el poliovirus no desarrollan ningún síntoma y se denominan portadores asintomáticos. Aun así, pueden contagiar el virus a otras personas sin darse cuenta.

2. Polio no paralítica (polio abortiva): Aproximadamente 1 de cada 4 personas tiene síntomas leves, parecidos a los de la gripe, que pueden incluir:

  • Fiebre;
  • Dolor de cabeza;
  • Dolor de garganta;
  • Fatiga;
  • Dolor o rigidez muscular;
  • Vómitos;
  • Síntomas similares a los de la meningitis (rigidez de cuello y espalda): se dan en aproximadamente 1-5 de cada 100 personas.

3. Polio paralítica: Es la forma más grave de poliomielitis y puede provocar debilidad muscular o parálisis. Estos síntomas se presentan en aproximadamente 1 de cada 200 personas a 1 de cada 2000 personas, dependiendo del tipo de virus.

La poliomielitis paralítica puede clasificarse a su vez en diferentes tipos:

  • Poliomielitis espinal: La parálisis afecta principalmente a las extremidades, causando debilidad muscular o parálisis completa en brazos y piernas.
  • Polio bulbar: La parálisis afecta a los músculos implicados en la deglución y el habla y puede provocar dificultades para respirar y tragar.
  • Polio bulboespinal: Combinación de parálisis de las extremidades y afectación de los músculos bulbares.

Es importante tener en cuenta que la mayoría de las infecciones de poliomielitis dan lugar a síntomas asintomáticos o leves, y que sólo un pequeño porcentaje de casos evoluciona a poliomielitis paralítica. La gravedad de los síntomas puede variar de una persona a otra y, en raras ocasiones, los síntomas graves de la poliomielitis paralítica pueden poner en peligro la vida.

¿Qué causa la poliomielitis?

La poliomielitis está causada por el poliovirus. El poliovirus es un virus muy contagioso que se propaga principalmente por vía fecal-oral, lo que significa que se transmite cuando las heces de una persona infectada entran en contacto con la boca de una persona no infectada.

¿Cómo se propaga la polio?

¿Cómo se propaga la polio?

La poliomielitis se propaga principalmente por vía fecal-oral, lo que significa que se transmite a través del contacto con heces infectadas y la posterior ingestión del virus. He aquí cómo se propaga la poliomielitis:

  1. Prácticas higiénicas deficientes: La transmisión fecal-oral se produce cuando las personas no se lavan las manos correctamente después de ir al baño o de entrar en contacto con heces, como al cambiar pañales.
  2. Agua y alimentos contaminados: Ingerir agua contaminada con poliovirus o consumir alimentos que hayan estado en contacto con agua contaminada puede provocar la infección.
  3. Nadar en agua contaminada: El agua puede contaminarse si alguien con poliomielitis o diarrea nada en ella, lo que supone un riesgo para otras personas que utilicen la misma fuente de agua.
  4. Transmisión respiratoria: Aunque es menos frecuente, el poliovirus puede transmitirse a través de las secreciones respiratorias cuando una persona infectada tose o estornuda.
  5. Contacto estrecho: Estar en estrecho contacto con una persona infectada también puede aumentar el riesgo de transmisión, especialmente al realizar actividades como compartir utensilios o mantener un contacto personal estrecho.
  6. Superficies contaminadas: Tocar superficies u objetos contaminados con el virus puede conducir potencialmente a la infección si no se observa una higiene adecuada.

¿Es contagiosa la polio?

Sí, la poliomielitis es muy contagiosa. Está causada por un virus muy contagioso, y puede transmitirse de persona a persona por diversos medios, como el contacto fecal-oral y las secreciones respiratorias.

¿Cómo se diagnostica la poliomielitis?

El diagnóstico de la poliomielitis implica que un profesional sanitario realice un examen físico, obtenga muestras de fluidos corporales y analice los síntomas. Las pruebas incluyen:

  1. Saliva: Muestras de la garganta.
  2. Heces: Examen de la materia fecal.
  3. Sangre: Análisis de sangre para detectar signos de infección.
  4. Líquido cefalorraquídeo: Análisis del líquido que rodea el cerebro y la médula espinal.

Dado que los síntomas de la poliomielitis pueden parecerse a los de la gripe, pueden realizarse pruebas adicionales para descartar afecciones más comunes.

¿Cómo se trata la polio?

Desgraciadamente, no existen medicamentos específicos para tratar la poliomielitis. En los casos de poliomielitis paralítica, el tratamiento consiste en:

  1. Fisioterapia: Los pacientes con debilidad muscular o parálisis reciben fisioterapia para mejorar la movilidad y la función muscular.
  2. Ventilación mecánica: Si los músculos respiratorios están afectados, puede ser necesaria la ventilación mecánica, una máquina que ayuda a respirar.

Además, el tratamiento de los síntomas incluye:

  • Mantenerse hidratado con líquidos como agua, zumo y caldo;
  • Utilizar compresas calientes para aliviar los dolores musculares;
  • Tomar analgésicos como el ibuprofeno;
  • Seguir las recomendaciones de fisioterapia y ejercicio físico del profesional sanitario;
  • Descansar lo suficiente para facilitar la recuperación.

¿Cómo puedo prevenir la poliomielitis?

¿Cómo puedo prevenir la poliomielitis?

La forma más eficaz de prevenir la poliomielitis es la vacunación. A continuación se explica cómo prevenir la poliomielitis:

1. Vacunación de rutina: Asegúrese de que usted y sus hijos reciben la vacuna antipoliomielítica recomendada. En Estados Unidos, el calendario de vacunación sistemática incluye una serie de dosis de la vacuna antipoliomielítica inactivada (IPV) administrada a lactantes y niños pequeños:

  • 2 meses;
  • 4 meses;
  • Entre 6 y 18 meses;
  • Entre los 4 y los 6 años, cuando los niños acaban de entrar en la escuela.

2. Vacunas de refuerzo: Dependiendo de su edad y su historial de vacunación, es posible que necesite dosis de refuerzo para mantener la inmunidad. Consulte con su profesional sanitario para determinar si necesita dosis adicionales.

3. Vacunación para viajar: Si tiene previsto viajar a regiones donde la poliomielitis sigue siendo endémica o donde se han producido brotes, hable con un profesional sanitario. Es posible que le recomienden una dosis de refuerzo de la vacuna antipoliomielítica para obtener una protección adicional.

4. Mantener una buena higiene: Practicar una buena higiene, como lavarse las manos regularmente con agua y jabón, puede ayudar a reducir el riesgo de infección, ya que la polio puede propagarse por contacto fecal-oral.

5. Evite el contacto cercano con individuos infectados: Si se encuentra en una zona con un brote de poliomielitis, tome precauciones para evitar el contacto cercano con individuos que puedan estar infectados.

¿Qué puedo esperar si tengo poliomielitis?

Si tiene poliomielitis, su experiencia puede variar en función del tipo y la gravedad de la enfermedad. Esto es lo que puedes esperar:

  1. Infección asintomática: Muchos casos de poliomielitis son asintomáticos, lo que significa que es posible que no experimente síntomas perceptibles. En estos casos, el virus puede desaparecer del organismo sin causar efectos duraderos.
  2. Síntomas leves (poliomielitis no paralítica): Algunas personas con poliomielitis presentan síntomas leves, como fiebre, dolor de cabeza y rigidez muscular. Estos síntomas suelen resolverse sin consecuencias a largo plazo.
  3. Polio paralítica: En casos graves, el virus puede provocar debilidad muscular o parálisis. El grado de parálisis varía y puede afectar a las extremidades (poliomielitis espinal), a los músculos que se utilizan para tragar y hablar (poliomielitis bulbar) o a ambos (poliomielitis bulboespinal).
  4. Recuperación: La recuperación depende de la gravedad de la parálisis. La fisioterapia desempeña un papel importante en la recuperación de la función muscular. Los dispositivos ortopédicos, como corsés y férulas, pueden ayudar a sostener los músculos debilitados y proporcionar estabilidad a las extremidades afectadas. A menudo se utilizan en la rehabilitación.
  5. Amputación: En casos de lesiones musculares graves y miembros no funcionales, puede considerarse la amputación como último recurso para mejorar la movilidad y la calidad de vida. Si la amputación es necesaria, pueden personalizarse prótesis para sustituir la función perdida. Los dispositivos protésicos han recorrido un largo camino para proporcionar a las personas mayor movilidad e independencia.
  6. Síndrome postpolio (SPP): Las personas que tuvieron poliomielitis en el pasado, incluso si se recuperaron inicialmente, pueden desarrollar el síndrome postpolio (SPP) más adelante en su vida. El SPP puede incluir debilidad muscular, fatiga y dolor en los músculos previamente afectados.

¿Puede volver la polio?

La poliomielitis en sí no suele reaparecer una vez que la persona se ha recuperado totalmente de la infección aguda. Una vez que el poliovirus ha sido eliminado del organismo, no persiste en una forma latente que pueda reactivarse posteriormente.

Sin embargo, algunas personas que han padecido poliomielitis en el pasado pueden experimentar una afección denominada "síndrome postpolio" (SPP). El SPP no es una reaparición de la infección original por poliomielitis, sino más bien el desarrollo de nuevos síntomas o la reaparición de antiguos síntomas muchos años después de la recuperación inicial. Estos síntomas pueden incluir debilidad muscular, fatiga, dolor y otros problemas neurológicos.

Es importante diferenciar entre el SPP y una recidiva de la infección aguda por polio. El SPP es una consecuencia a largo plazo de la enfermedad inicial y no está causado por la infección activa por poliovirus.

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