Pie de Charcot: síntomas, causas y aparatos ortopédicos

  • Síntomas:

    Dolor, enrojecimiento o decoloración del pie, hinchazón, sensación de calor

  • Tratamiento:

    Inmovilización, aparatos ortopédicos, fisioterapia y cirugía del pie de Charcot

Charcot foot symptoms

¿Qué es el pie de Charcot?

Pie de Charcot

El pie de Charcot es una complicación poco frecuente pero grave de la neuropatía periférica relacionada con la diabetes que provoca deformidades importantes y un mayor riesgo de infección. La neuropatía inhibe la sensación de dolor, lo que significa que las lesiones leves pasan desapercibidas y empeoran con el tiempo. Este uso continuo de un pie lesionado puede debilitar y fracturar los huesos, lo que puede provocar el colapso de las articulaciones y provocar deformidades permanentes. Estos cambios estructurales en el pie aumentan la presión en ciertas áreas, lo que provoca úlceras neuropáticas y un mayor riesgo de infecciones. En los casos graves que no se tratan, esto puede provocar la amputación.

También conocida como pie relacionado con la diabetes, artropatía de Charcot o neuropatía de Charcot, esta afección afecta 0,8-8 por ciento de las personas con diabetes pero requiere atención inmediata para evitar resultados graves.

Reconocer los signos y síntomas del pie de Charcot

Los primeros signos del pie de Charcot incluyen:

  • Dolor en los pies
  • Enrojecimiento o decoloración
  • Hinchazón
  • Sensación de calor, especialmente si un pie se siente notablemente más caliente que el otro

El pie de Charcot avanzado puede provocar:

  • Deformidad del pie con forma de balancín
  • Cambios en la forma de los dedos
  • Deformidades en el tobillo
  • Úlceras del pie diabético

¿Qué causa el pie de Charcot?

causas de la enfermedad

Las personas con diabetes suelen tener dificultades para controlar sus niveles de azúcar en sangre, lo que provoca períodos prolongados de niveles altos de azúcar en sangre (hiperglucemia). La hiperglucemia crónica puede dañar los nervios, especialmente en la parte inferior de las piernas y los pies. Este daño a los nervios reduce la sensibilidad y hace que sea difícil detectar los signos de una lesión o infección. Sin la capacidad de sentir dolor, las personas pueden seguir caminando sobre un pie lesionado, lo que agrava el daño.

La incapacidad de sentir calor u otros síntomas de una infección pueden retrasar el tratamiento y permitir que las infecciones se conviertan en complicaciones graves. Otros factores que contribuyen a la aparición del pie de Charcot son las lesiones de los vasos sanguíneos causadas por la diabetes, que pueden alterar el flujo sanguíneo a los pies y provocar la pérdida de masa ósea. Las lesiones en los pies también pueden desencadenar una respuesta inflamatoria, lo que provoca hinchazón y una mayor degradación de los huesos.

Si bien la diabetes es la causa más común del daño nervioso que provoca el pie de Charcot, también pueden contribuir otras afecciones, como:

  • Abuso de alcohol o drogas
  • Infecciones
  • Enfermedad o lesión de la médula espinal
  • enfermedad de Parkinson
  • VIH
  • Sífilis

Factores de riesgo del pie de Charcot

Hay varios factores que aumentan el riesgo de desarrollar pie de Charcot, entre ellos:

Diagnóstico del pie de Charcot

prueba de imagen

El diagnóstico del pie de Charcot implica un examen físico completo y varias pruebas de diagnóstico por imágenes. Durante el examen físico, el profesional médico examinará minuciosamente los pies y los tobillos para detectar signos de hinchazón, calor y cambios estructurales. Comparará ambos pies para identificar cualquier diferencia o anomalía. Además, el proveedor evaluará el nivel de sensibilidad en los pies tocando suavemente varias áreas, como los tobillos, los pies y los dedos de los pies.

Para confirmar el diagnóstico y evaluar la extensión del daño, se suelen utilizar pruebas de diagnóstico por imágenes, como radiografías o resonancias magnéticas. Las radiografías pueden revelar fracturas, luxaciones y deformidades óseas, mientras que las resonancias magnéticas proporcionan imágenes detalladas de los tejidos blandos, los huesos y las articulaciones, lo que ayuda a detectar cambios tempranos que pueden no ser visibles en las radiografías.

Al combinar el examen físico con las pruebas de diagnóstico por imágenes, los proveedores de atención médica pueden diagnosticar con precisión el pie de Charcot y determinar el mejor tratamiento para prevenir complicaciones adicionales.

¿Cuál es el tratamiento para el pie de Charcot?

El tratamiento del pie de Charcot se centra en prevenir complicaciones graves y apoyar al pie durante la cicatrización. La intervención temprana es importante para evitar deformidades e infecciones permanentes. Estos son los tratamientos clave:

Inmovilización

Para evitar daños mayores, es esencial dejar de caminar sobre el pie afectado. Es probable que su profesional médico le recomiende no cargar peso por completo, lo que puede implicar el uso de:

  • Una férula o un aparato ortopédico: Una escayola de contacto total puede limitar el movimiento y reducir la presión sobre el pie, lo que favorece la cicatrización.
  • Muletas, andadores o sillas de ruedas: Estas ayudas ayudan a mantener el peso alejado del pie y a prevenir lesiones adicionales.

Durante varios meses, la férula se puede cambiar varias veces a medida que disminuye la inflamación.

Dispositivos ortopédicos especializados

Ortesis personalizadas

Insertos para zapatos hechos a medida desempeñan un papel fundamental en el tratamiento de esta afección. Ellos:

  • Redistribuya el peso: Un aparato ortopédico para el pie de Charcot ayuda a distribuir el peso corporal de manera uniforme en todo el pie para evitar los puntos de presión.
  • Estructura de soporte: Los aparatos ortopédicos Charcot brindan un soporte esencial a la estructura del pie, mantienen una alineación adecuada y reducen la tensión en los huesos debilitados.
  • Prevenga más daños: Al amortiguar y apoyar el pie, los aparatos ortopédicos ayudan a prevenir nuevas lesiones y la progresión de las deformidades.

En algunos casos, el profesional médico también puede recomendar calzado especializado con mayor profundidad para apoyar y estabilizar el pie.

Andador ortopédico Charcot Restraint (CROW)

La bota CROW es una órtesis de tobillo y pie personalizada (AFO) diseñado específicamente para pacientes con neuroartropatía de Charcot. Este dispositivo ortopédico:

  • Proporciona un apoyo fundamental a los huesos y las articulaciones del pie y el tobillo.
  • Cuenta con una carcasa rígida totalmente cerrada con una suela basculante para una distribución uniforme del peso.
  • Incluye una plantilla de espuma extraíble hecha a medida y adaptada al pie del paciente.
  • Permite una movilidad continua a la vez que minimiza la presión sobre el pie afectado.
  • Es especialmente eficaz para pacientes con deformidades leves a moderadas.
  • Ayuda a reducir el dolor, prevenir más deformidades y minimizar el riesgo de úlceras.

Fisioterapia

Un fisioterapeuta puede ayudar a controlar síntomas como el dolor, la rigidez y el malestar. Desarrollarán un plan de ejercicios personalizado para:

  • Mejore la movilidad: Ejercicios destinados a mejorar el rango de movimiento y la flexibilidad.
  • Fortalece los músculos: Fortalecer los músculos circundantes para apoyar el pie y mejorar la estabilidad.

Cirugía del pie de Charcot

En casos graves, es posible que sea necesaria una cirugía para corregir las deformidades, estabilizar el pie y prevenir más complicaciones. Las opciones quirúrgicas incluyen:

  • Realineamiento óseo: Corregir la posición de los huesos para restaurar la estructura adecuada del pie.
  • Fusión: Fusionar los huesos para proporcionar estabilidad y evitar un mayor colapso articular.
  • Amputación: En casos extremos, si hay una infección grave o un daño irreparable, es posible que sea necesaria la amputación para proteger la salud general del paciente.

Comprensión del soporte ortopédico para el tratamiento de los pies de Charcot

La monitorización continua y los ajustes en el estilo de vida son cruciales para los pacientes con pie de Charcot, ya que el riesgo de desarrollar lesiones por presión o úlceras sigue siendo alto durante toda su vida. Los pacientes y los proveedores de atención médica deben trabajar juntos para controlarlo de manera eficaz. Esto es lo que los pacientes deben saber para comprender la progresión de la afección.

Etapa 1: Desglose y desestabilización

Durante esta etapa inicial, el daño nervioso acumulativo provoca una inflamación significativa y un debilitamiento estructural. Por lo general, el pie se pone notablemente rojo, caliente al tacto e hinchado. A medida que este proceso continúa, las articulaciones comienzan a deteriorarse y a perder su alineación, lo que provoca el colapso del arco del pie.

La intervención temprana en este punto es fundamental para prevenir una deformidad permanente. El tratamiento durante esta fase aguda suele incluir:

  • Protocolos estrictos para no soportar peso
  • Fundición por contacto total (TCC) para inmovilizar y proteger el pie
  • Monitorización regular de los marcadores de inflamación

Etapa 2: Comienza la curación

A medida que el cuerpo comienza su proceso de curación natural, los signos visibles de inflamación disminuyen gradualmente. Durante esta fase crucial, los huesos comienzan a estabilizarse en cualquier posición en la que se hayan colocado, lo que demuestra por qué era tan importante posicionarse y apoyarse correctamente en la etapa inicial.

La administración durante esta fase de transición normalmente incluye:

  • Uso continuo de la fundición por contacto total
  • Mantener el estado de no carga con peso
  • Evaluar la preparación para la transición a un andador ortopédico Charcot Restraint (CROW) a medida que la inflamación se reduce a niveles aceptables
  • Monitorización de cualquier signo de pronación grave del pie y el tobillo que pueda requerir una intervención adicional

Etapa 3: Estabilización y adaptación

En esta etapa final, el pie completa su proceso de curación, pero permanece en su forma alterada, que puede incluir un arco aplanado u otros cambios estructurales. Los marcadores de inflamación vuelven a los niveles normales, lo que permite una mayor movilidad funcional.

El tratamiento durante esta fase crónica generalmente implica:

  • Haga la transición a actividades con pesas mientras usa la bota CROW
  • Con el tiempo, pasar a un calzado cómodo y de apoyo
  • Aparatos ortopédicos personalizados para aliviar la presión (que la mayoría de los pacientes necesitarán)
  • Vigilancia continua para detectar posibles puntos de presión que podrían provocar ulceraciones

Para los pacientes que han desarrollado cambios estructurales significativos, especialmente aquellos con una deformidad grave o una pronación pronunciada del pie y el tobillo, es posible que se necesite una intervención ortopédica más agresiva o incluso una corrección quirúrgica para prevenir complicaciones y mantener la movilidad.

Las citas de seguimiento periódicas son esenciales en todas las etapas para monitorear el progreso de la curación y realizar ajustes oportunos en el plan de tratamiento. Por eso es tan importante trabajar con un proveedor de confianza.

Obtenga su corsé para el pie de Charcot de nuestro proveedor de Nuevo México, PrimeCare

No dejes que Charcot Foot comprometa tu calidad de vida. Ofrecemos una gama completa de dispositivos protésicos y ortopédicos personalizados para que los pacientes puedan vivir una vida plena y segura. Póngase en contacto con PrimeCare Orthotics & Prosthetics hoy mismo para obtener más información sobre nuestras soluciones ortopédicas personalizadas y de cuidado integral para tratar el pie de Charcot.

El campo debe rellenarse
El correo electrónico es incorrecto
El teléfono es incorrecto
El campo debe rellenarse
¡Gracias por tu mensaje!
Nuestro equipo se pondrá en contacto pronto
¡Uy! Algo salió mal al enviar el formulario.