A medida que envejecemos, el cuerpo cambia y nuestros pies no son la excepción. El dolor y los problemas en los pies son comunes en los adultos mayores, lo que dificulta la ejecución de las funciones diarias. Desde los pies planos hasta el dolor en el talón, hay muchas dolencias que pueden dificultar tareas como subir escaleras o levantarse de una silla. También es posible que este dolor afecte al equilibrio, lo que aumenta el riesgo de caerse y lesionarse. Los cambios en los pies con el paso del tiempo, si bien son frecuentes, pueden ser difíciles de manejar por tu cuenta. La mejor manera de tratar los trastornos de los pies es con la orientación y el tratamiento adecuado de un médico. En PrimeCare, ofrecemos soluciones ortopédicas en Albuquerque y Las Cruces para ayudar a aliviar el dolor persistente en los pies y otros problemas de los pies, ayudándote a volver a una rutina saludable y cómoda.
Exploremos cómo se puede desarrollar el dolor en los pies y describamos algunos consejos para mejorar la salud general de los pies, independientemente de su edad.
¿Qué tan comunes son los problemas de los pies en las personas mayores?

Los problemas de los pies por el envejecimiento no son infrecuentes. De hecho, una de cada tres personas mayores de 65 años experimenta dolor en los pies, rigidez o dolor general en los pies. Las personas que viven en centros de cuidados a largo plazo tienen tasas aún más altas de problemas en los pies y los tobillos.
¿Qué causa los problemas relacionados con los pies en los ancianos?
Los problemas de los pies de las personas mayores no son iguales para todos. Considera las décadas en las que has estado de pie y caminando de pie y la presión que esto ejerce sobre la articulación del tobillo. Como puedes imaginar, el dolor en los pies es el resultado de tener arcos más planos y menos flexibles, lo que provoca dolor y el pie se alarga y se ensancha más de lo que solía estar. Es posible que incluso descubras que usar zapatos que antes eran cómodos ya no es una opción. Estos cambios en las características del pie y el tobillo pueden provocar diversas afecciones del pie y el tobillo que requieren atención.
Hemos descrito algunas de las principales causas de los problemas de los pies en las personas mayores:
- Flexibilidad reducida: Los arcos de los pies pueden volverse más planos y menos flexibles, lo que provoca dolor e incomodidad.
- Afecciones crónicas: Enfermedades como la diabetes, la artritis y enfermedad arterial periférica puede afectar significativamente la salud de los pies.
- Problemas circulatorios: El flujo sanguíneo deficiente puede provocar neuropatía periférica, enfermedad arterial periférica, disminución de la sensibilidad en los pies y otros problemas relacionados con los pies.
- Cambios biomecánicos: Los cambios en la marcha y la postura pueden alterar la forma en que se distribuye el peso en los pies.
- Desgaste prolongado: Estar de pie y caminar durante décadas puede causar daños acumulativos en las estructuras de los pies.
- Calzado que no le queda bien: El uso de zapatos inadecuados con el tiempo puede provocar diversas deformidades y problemas en los pies.
21 tipos más comunes de problemas en los pies
Los cirujanos de pie y tobillo pueden tratar todo, desde las uñas encarnadas hasta la fascitis plantar y las fracturas por estrés. Analicemos algunas de las afecciones más comunes del pie y el tobillo que afectan a los adultos mayores.
#1 Atrofia de la almohadilla de grasa
A medida que envejece, es posible que aumente de peso o grasa. Sin embargo, es probable que pierdas la almohadilla de los pies. Esta capa acolchada es ideal para proteger los pies de los golpes diarios que se producen al caminar, correr o moverse. Como resultado de perder este acolchado, los huesos se clavan directamente en el suelo, lo que provoca dolor en la planta del pie y en el talón. Lo ideal es invertir en plantillas de espuma hechas a medida, conocidas como aparatos ortopédicos, para ayudar a combatir cualquier dolor. En los casos más graves que los aparatos ortopédicos no puedan solucionar, el médico podría recomendarte inyecciones de relleno para ayudar a reemplazar la grasa perdida en los pies.
#2 Úlcera del pie diabético

Si padece muchos factores metabólicos y neurovasculares, es posible que esté experimentando un problema llamado neuropatía diabética. Como resultado, es posible que experimente una pérdida de sensibilidad o dolor en los pies, los dedos de los pies, las piernas y los brazos debido a la mala circulación y al daño a los nervios. Es posible que aparezcan llagas o ampollas a medida que la piel muerta se acumula en la capa superior dura de la piel. Estas lesiones pasan desapercibidas debido a la pérdida de sensibilidad y pueden ser la fuente de infecciones o bacterias.
Los factores de riesgo de las úlceras del pie diabético incluyen un control deficiente de la glucemia, el tabaquismo, la mala circulación, la enfermedad renal diabética o las úlceras previas en los pies. En casos extremos, una úlcera en el pie diabético puede provocar la necesidad de un amputación por diabetes.
#3 Osteoartritis
La baja densidad ósea podría provocar el desarrollo de artritis de tobillo. Se trata de una forma de artrosis, una afección degenerativa que afecta al cartílago articular de la articulación del tobillo, que se desgasta y se descompone con el tiempo. La falta de cartílago significa que no hay una capa protectora entre los huesos, lo que produce espolones óseos o fragmentos óseos. Esto provoca dolor y rigidez en la articulación.
Muchos adultos ignoran estos síntomas y los aceptan como parte del envejecimiento, pero es importante buscar la experiencia de un médico. Hay muchos tratamientos posibles que pueden hacer que vuelvas a tener unos pies sanos. Si está sufriendo, puede buscar aparatos ortopédicos de tobillo y pie para la osteoartritis.
#4 Neuroma de Morton
Un neuroma no es un tumor, sino un crecimiento benigno. Es el resultado del engrosamiento del tejido y la inflamación del tejido nervioso, que puede formarse en cualquier parte, desde las almohadillas de los zapatos hasta el dedo gordo del pie. En concreto, el neuroma de Morton provoca un dolor en el pie localizado en la planta del pie, normalmente entre el tercer y el cuarto dedo del pie. Produce una sensación similar a la de tener una piedra en el zapato sobre la que estás constantemente de pie. Otras personas dicen que sienten un dolor punzante o ardiente o que sienten que caminan con un calcetín doblado. Es posible sentir entumecimiento en el pie como resultado del neuroma de Morton.
Hasta una de cada tres personas padece esta afección, y las opciones de tratamiento comunes incluyen cambiar el tipo de calzado que usa, cambiar las almohadillas de los zapatos o recibir un masaje. Algunas personas optan por inyecciones de esteroides o incluso por la cirugía para solucionar este problema.
#5 Tacones agrietados

Las personas con pies sanos tendrán suelas gruesas y flexibles para ayudar a prevenir el desgaste que se produce al caminar o pisar superficies irregulares o con temperaturas diferentes. Sin embargo, si ignoras la salud general de tus talones, puedes hacer que se agrieten y se sequen. Como puede imaginar, los talones agrietados pueden ser dolorosos cuando se aplica presión, lo que provoca que se rompan o sangren más fácilmente que los talones sanos. Las heridas abiertas en cualquier parte del pie pueden provocar una infección que debe tratarse con prontitud para evitar más problemas.
#6 Dolor de talón y Fascitis plantar
Una de las causas más comunes del dolor en el talón es la fascitis plantar. Esta afección consiste en la inflamación de una banda gruesa de tejido que se extiende por la planta de cada pie y conecta los dedos con el hueso del talón. La mayoría de las personas sienten un dolor punzante durante los primeros pasos de la mañana. Con más movimiento, el dolor suele disminuir, pero permanecer inactivo durante períodos prolongados puede hacer que se agrave nuevamente.
Si bien no se conoce bien la causa exacta de la fascitis plantar, se observa con frecuencia en personas que corren ávidamente o en personas con sobrepeso. Cambiar la forma de andar para adaptarse al dolor puede provocar problemas en la rodilla, la cadera o la espalda, por lo que es recomendable que consultes a un médico.
#7 Uñas encarnadas
Una uña encarnada es una afección común que ocurre cuando el lado o la esquina de una uña crece directamente hacia la carne blanda circundante. Puede ocurrir en el dedo gordo del pie o en cualquiera de los dedos del pie y provocar inflamación, hinchazón, dolor y, en algunos casos, una infección. Muchas personas pueden cuidar una uña encarnada por sí mismas, pero si el dolor se vuelve demasiado intenso o se extiende a otras zonas del dedo del pie, es importante consultar a un médico para evitar complicaciones adicionales.
Las personas que tienen diabetes o un flujo sanguíneo deficiente corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones a causa de este problema común en los pies. Los factores comunes son usar zapatos que obliguen al pie a adoptar una posición similar a la de una garra, cortarse las uñas de los pies demasiado cortas, lesionarse una uña y ciertas afecciones médicas.
Pie plano #8

El pie plano, también conocido como pie plano, es una afección común que ejerce una presión excesiva sobre los arcos de los pies cuando se aplica presión. Cuando las personas con pies planos se ponen de pie, los pies apuntan automáticamente hacia afuera, lo que hace que las plantas de los pies toquen el piso.
Esta afección puede ocurrir si los arcos no se desarrollan adecuadamente durante la infancia. Una lesión que se produce más adelante en la vida o el simple desgaste causado por la vejez también pueden provocar la aparición de pies planos. Por lo general, esta afección es indolora y, si no sientes dolor, no es necesario ningún tratamiento. Sin embargo, si te sientes limitado por esta afección y sientes molestias, querrás consultar a un especialista.
#9 Tendinitis de Aquiles
El uso excesivo del tendón de Aquiles puede provocar tendinitis aquílea. En esta afección, la banda de Aquiles, que conecta el músculo de la pantorrilla con el hueso del talón, se lesiona. Esta es una lesión común en corredores ávidos que han aumentado la distancia o la intensidad de sus carreras sin la acumulación adecuada. Las personas de mediana edad que solo disfrutan de deportes como el tenis o el baloncesto de forma ocasional también pueden padecer esta afección.
El tratamiento de esta afección es relativamente sencillo; puede hacer estiramientos a diario, fortalecer los músculos de la pantorrilla, usar el calzado adecuado y aumentar gradualmente su nivel de actividad. Las personas que sufren también pueden tener aparatos ortopédicos deportivos personalizados para aliviar cualquier dolor.
#10 Gota
Otra forma de artritis inflamatoria es la gota. Esta es una afección muy dolorosa que generalmente afecta a una articulación a la vez, es decir, la articulación del dedo gordo del pie. Los brotes se refieren a períodos de dolor más intenso, y la artritis gotosa puede deberse a brotes repetidos que pueden durar desde días hasta semanas, meses o incluso años. Los síntomas comunes de la gota incluyen dolor intenso, enrojecimiento, hinchazón o sensación de calor. Por lo general, es causada por una afección llamada hiperuricemia, que significa que hay demasiado ácido úrico en el cuerpo. Si bien no existe una cura para esta afección, es posible controlarla mediante los medicamentos adecuados y las estrategias de autocontrol.
#11 Juanetes
Los juanetes son protuberancias óseas que se forman en la base interna del dedo gordo del pie. Son el resultado de que algunos de los huesos de la parte delantera del pie se salgan de su lugar, lo que hace que el dedo gordo del pie se estire hacia el dedo más pequeño. Esto hace que la articulación de la base del dedo del pie sobresalga, lo que a veces provoca dolor o enrojecimiento en la piel que se forma sobre el juanete. Lo ideal es que las personas con juanetes usen zapatos espaciosos en lugar de zapatos estrechos y ajustados, ya que esto puede agravar los juanetes. También es posible que los juanetes se desarrollen como resultado de una deformidad del pie, la forma natural del pie o debido a una afección médica como la artritis. Algunos juanetes no requieren tratamiento médico, pero en otros casos, a veces es necesario operarlos.
#12 Espolones óseos

Los fragmentos óseos y las proyecciones que se forman a lo largo del borde del hueso se denominan espolones óseos (osteofitos). Esta afección con frecuencia se presenta en las articulaciones, donde los huesos se unen entre sí. En algunas personas, los espolones óseos no provocan ningún signo ni síntoma, y es posible que las personas no se den cuenta de que están sufriendo. Sin embargo, otras personas sienten dolor e incluso pérdida de movimiento en las articulaciones.
Específicamente en los pies, los espolones óseos se desarrollan debido al estrés o la presión que se aplica a un hueso durante un período prolongado. En este proceso, el cartílago de esta zona podría destruirse, lo que llevaría al cuerpo a crear hueso nuevo en su lugar. Si se forma un espolón óseo en el talón, se lo denomina espolón en el talón. Colocar hielo regularmente en los espolones puede ayudar a reducir la hinchazón y los AINE se utilizan para aliviar el dolor. De apoyo aparatos ortopédicos para talones puede ayudar.
#13 Bursitis
La bursitis es una afección dolorosa que se produce cuando la bursa (un saco pequeño lleno de líquido que amortigua y reduce la fricción entre los tejidos, como los huesos, los tendones y los músculos) se inflama. La bursitis suele afectar a las articulaciones principales, como el hombro, el codo, la cadera y la rodilla, y provoca dolor, hinchazón y rigidez en la zona afectada. Puede deberse a movimientos repetitivos, a una presión prolongada, a una lesión o a afecciones subyacentes, como la artritis. El tratamiento de la bursitis suele incluir reposo, hielo y medicamentos antiinflamatorios, y los casos más graves pueden requerir fisioterapia, inyecciones de corticosteroides o, en raras ocasiones, cirugía.
#14 Dedo en martillo
Un dedo en martillo afecta el segundo, tercer o cuarto dedo del pie. Las personas que padecen esta afección tienen un dedo del pie doblado en la articulación media, a menudo en el dedo del pie en mazo. Como resultado, la forma se parece a un martillo. Durante su etapa de desarrollo, los dedos en martillo son más flexibles y responden mejor a tratamientos sencillos, como cambiarse de calzado o hacer ejercicios de fortalecimiento. Sin embargo, si no se tratan, los dedos en martillo pueden empeorar y su reparación requiere cirugía.
La mayoría de los dedos en martillo son dolorosos, especialmente cuando se usan zapatos ajustados, como tacones altos u otros zapatos ajustados. Los síntomas incluyen enrojecimiento, hinchazón, dificultad para caminar, una curvatura anormal del dedo del pie, la incapacidad de enderezar el dedo o la formación de un callo o callo solo en la articulación media del dedo.
#15 Dedo en garra

Tal como su nombre indica, tener dedos en forma de garra significa que los dedos de los pies se curvan hacia arriba o hacia abajo, según la desalineación de la articulación. Algunas personas también sienten que los dedos de los pies se doblan hacia abajo y por debajo del pie. Con el tiempo, esta «garra» se clava en las suelas de los zapatos y produce callos dolorosos.
Sin tratamiento, los dedos en forma de garra se vuelven más rígidos y más difíciles de tratar. Es importante buscar asistencia médica, ya que el médico puede recomendarte que te coloques férulas o vendas en los dedos de los pies para mantenerlos en su lugar. Otros remedios pueden incluir usar zapatos más cómodos, estirar los dedos de los pies con las manos o hacer fisioterapia para fortalecer y ejercitar los dedos de los pies.
#16 Fracturas por estrés
Las pequeñas fisuras que se forman en los huesos se denominan fracturas por estrés. Por lo general, se forman por el uso excesivo o la fuerza repetitiva, como correr largas distancias o usar repetidamente el mismo movimiento al caminar. La osteoporosis también puede ser el factor desencadenante del desarrollo de fracturas por sobrecarga, ya que se trata de una afección ósea debilitada.
Cualquier persona puede sufrir este tipo de lesión, pero las personas, como los atletas de atletismo o cualquier miembro del ejército que corra largas distancias con mochilas en la espalda, corren un mayor riesgo. También puedes sufrir una lesión si te apresuras a realizar una actividad y no avanzas para recorrer una distancia más larga o aumentar el ritmo. Para tratar una fractura por sobrecarga, necesitarás hacerte radiografías, una gammagrafía ósea o una resonancia magnética. Usar una bota o usar muletas puede ayudar a que los huesos sanen.
#17 Infecciones por hongos
Las infecciones por hongos en los pies se conocen como pie de atleta y se trata de un tipo de tiña. Aparece como un sarpullido que pica, quema o pica en la parte superior de la piel infectada. Lo más común es que el pie de atleta se forme entre los dedos de los pies, pero también puede aparecer en la parte superior y en las plantas de los pies.
Si bien esta afección puede afectar a todos, afecta con mayor frecuencia a hombres mayores de 60 años. Los factores de riesgo incluyen la obesidad, la diabetes, un sistema inmunitario débil en general o el daño tisular del pie. La mejor cura para el pie de atleta son las cremas, pomadas, geles, aerosoles, etc. antimicóticos de venta libre y con receta. Desafortunadamente, esta afección rara vez desaparece por sí sola.
#18 Callos

Los callos son capas de piel gruesas y endurecidas que se desarrollan como una respuesta automática a la piel que se protege de la presión o la fricción. Es común que se formen en la planta de los pies, y puedes eliminar la piel muerta a medida que se desarrolla para mantener a raya los callos y las callosidades.
Aunque son similares, los callos y las callosidades son diferentes. Los callos son más pequeños y profundos, y tienen un centro duro rodeado de piel hinchada. Los callos suelen aparecer en puntos de presión y suelen ser más grandes que los callos. Si los callos se vuelven cada vez más dolorosos o hay una inflamación excesiva, pide una consulta con el médico.
#19 Callos
Como se mencionó anteriormente, los callos difieren ligeramente de los callos, aunque son similares. En la mayoría de los casos, los callos no son dolorosos y suelen aparecer en puntos de presión como los talones o las puntas de los pies. No necesitarás buscar tratamiento para los callos, a menos que te estén causando mucho dolor o simplemente no te guste su aspecto. Para minimizar la apariencia de los callos, puedes remojarlos en agua tibia y jabón para ayudar a suavizarlos. Luego, podrás quitar la piel ablandada con una piedra pómez o una toallita.
#20 Esguinces de tobillo

Otro problema de pie y tobillo que experimentan las personas mayores son los esguinces de tobillo. Esto ocurre cuando el tobillo se tuerce, se tuerce o gira en una posición incómoda y antinatural. Como resultado, los ligamentos se estiran más allá de sus límites normales.
Hay una amplia gama de severidad cuando se trata de esguinces de tobillo, algunos son mínimos y se curan con relativa rapidez, mientras que otros son más intensos y requieren un período de recuperación más prolongado. Elevar el tobillo, usar hielo de manera constante y tomar medicamentos de venta libre puede ayudar a curar los esguinces de tobillo, pero si el dolor persiste, asegúrate de programar una consulta con el médico.
#21 Cánceres de piel
Un tipo particular de cáncer de piel que afecta a los pies es el melanoma del pie. Esta afección de los pies de las personas de edad avanzada comienza con un melanoma que puede desarrollarse en cualquier parte del pie, incluso debajo de las uñas de los pies, entre los dedos o las plantas de los pies. La mejor manera de controlar el cáncer de piel relacionado con los pies es examinarse los pies con regularidad para ver si hay lunares o cambios en los lunares. Si observas que un lunar ha crecido en tamaño o textura, querrás ver a tu médico para asegurarte de que lo cuidas adecuadamente.
Cómo cuidar los pies de los adultos mayores
El cuidado adecuado de los pies desempeña un papel importante en el mantenimiento de la movilidad y la prevención de complicaciones en los adultos mayores. A medida que envejecemos, nuestros pies se vuelven más susceptibles a diversos problemas, por lo que su cuidado regular es crucial. Estos son algunos consejos ampliados para cuidar los pies de los adultos mayores:

Inspecciones regulares de los pies
A medida que envejecemos, nuestra capacidad para detectar problemas en los pies puede disminuir debido a la reducción de la sensibilidad o la flexibilidad. Las inspecciones periódicas de los pies son cruciales para la detección temprana de posibles problemas, como cortes, ampollas o cambios en el color de la piel, que podrían indicar una afección grave. Las personas mayores deben:
- Realice comprobaciones diarias para detectar cualquier cambio en el color, la temperatura o la textura.
- Busque cortes, ampollas o llagas que puedan requerir atención.
- Use un espejo o pida ayuda para inspeccionar las áreas difíciles de ver.
Higiene adecuada
Mantener una higiene adecuada de los pies es fundamental para prevenir las infecciones bacterianas y fúngicas, que pueden ser particularmente peligrosas para las personas mayores con sistemas inmunológicos comprometidos o problemas de circulación. Una rutina de higiene adecuada incluye:
- Lavarse los pies a diario con agua tibia y jabón suave.
- Secar bien, especialmente entre los dedos de los pies, para prevenir el crecimiento de hongos.
- Aplica una crema hidratante para prevenir la piel seca y agrietada, pero evita la zona entre los dedos de los pies, donde el exceso de humedad puede provocar infecciones.
Cuidado de uñas
El cuidado adecuado de las uñas es esencial para prevenir afecciones dolorosas como las uñas encarnadas, que pueden provocar infecciones graves si no se tratan. Las personas mayores o sus cuidadores deben:
- Recorta las uñas de los pies en línea recta para evitar que se encarnen.
- Usa una lima de uñas para alisar los bordes, ya que reduce el riesgo de enganches o cortes.
- Considera el cuidado profesional de las uñas para las personas con movilidad o visión limitadas, ya que un recorte incorrecto puede provocar lesiones.
Selección de calzado
El calzado adecuado puede tener un impacto significativo en la salud, la comodidad y la movilidad general de los pies. Un calzado mal ajustado puede provocar una serie de problemas, desde ampollas hasta deformidades más graves. Al seleccionar zapatos:
- Elija zapatos con puntera ancha y un buen soporte para el arco para adaptarse a cualquier cambio de pie.
- Asegúrate de que te quede bien, ya que el tamaño del pie puede cambiar con la edad debido a factores como el aumento de peso o la pérdida de elasticidad.
Promoción de la circulación
La mala circulación en los pies puede provocar una variedad de problemas, como hinchazón, dolor y un mayor riesgo de infecciones. Para promover una buena circulación:
- Realice ejercicios regulares con los pies para estimular el flujo sanguíneo.
- Eleve los pies cuando esté sentado durante períodos prolongados para reducir la hinchazón.
- Evite cruzar las piernas durante períodos prolongados, ya que esto puede impedir la circulación.
Medidas de protección
A medida que la piel se vuelve más delgada y frágil con la edad, proteger los pies de las lesiones se vuelve cada vez más importante. Las personas mayores deben:
- Use zapatos o pantuflas en todo momento, incluso en lugares cerrados, para protegerse contra cortes y moretones.
- Use calcetines limpios y secos a diario, preferiblemente hechos de material que absorba la humedad, para prevenir infecciones por hongos.
- Aplique protector solar en los pies cuando esté expuesto para protegerse de las quemaduras solares, que pueden ser particularmente peligrosas para los adultos mayores.
Chequeos regulares

Las evaluaciones profesionales pueden detectar posibles problemas antes de que se conviertan en problemas graves. Los chequeos regulares son especialmente importantes para las personas con enfermedades crónicas como la diabetes. Las personas mayores deben:
- Programe citas regulares con un podólogo o especialista en ortopedia.
- Hable con prontitud sobre cualquier inquietud o cambio en la salud de los pies, ya que la intervención temprana puede prevenir muchas complicaciones.
Consideraciones sobre el estilo
Los hábitos generales de salud también pueden afectar la salud de los pies. Las personas mayores deben considerar lo siguiente:
- Mantener un peso saludable para reducir la presión sobre los pies, lo que puede provocar dolor y problemas estructurales.
- Mantenerse hidratado para promover la salud circulatoria en general, lo que beneficia a los pies.
- Dejar de fumar, ya que puede afectar la circulación de los pies y reducir la capacidad de curación y aumentar el riesgo de infecciones.
Atención especializada para enfermedades crónicas
Ciertas afecciones crónicas requieren una atención especial a la salud de los pies para evitar complicaciones graves. Las personas con diabetes deben seguir un régimen integral de cuidado de los pies para prevenir las úlceras del pie diabético y otras complicaciones.
Ortesis de pie
Diversos tipos de ortesis desempeñan un papel crucial en el manejo de las diferentes afecciones de los pies y en la mejora de la función general de los pies en las personas mayores. Estos insertos especializados ofrecen numerosas ventajas:
- Pueden mejorar significativamente el equilibrio y la estabilidad, lo que podría reducir el riesgo de caídas en los adultos mayores.
- Especialmente beneficioso para las personas mayores con diabetes, artritis o dolor persistente en los pies y los tobillos.
Asegúrese de estar atento a signos que pueden indicar la necesidad de usar aparatos ortopédicos. Consulte siempre con un podólogo o especialista en ortopedia para obtener una evaluación exhaustiva y recomendaciones personalizadas.
Prótesis adecuadas
Para las personas mayores que han sufrido la pérdida de una extremidad, las prótesis adecuadas son una parte clave del cuidado de los pies y del control de la salud en general. Una adecuada y bien ajustada dispositivo protésico personalizado puede mejorar significativamente la movilidad, la independencia y la calidad de vida. Es crucial trabajar en estrecha colaboración con un protésico para garantizar que el dispositivo protésico se ajuste correctamente y funcione como debería.
Recuerde que, ya se trate de aparatos ortopédicos o protésicos, estos dispositivos son parte de un enfoque integral para el cuidado de los pies de las personas mayores. Deben usarse junto con otros consultorios de cuidado de los pies y bajo la supervisión de profesionales de la salud para obtener los mejores resultados para la salud de los pies y el bienestar general.
No permita que el dolor de pies afecte sus años dorados
Si bien los problemas geriátricos de los pies están muy extendidos, no tienen por qué quitarle su independencia. Al cuidar los pies de forma adecuada, ayudas a mejorar tu movilidad y tu salud en general. En Prime Care, nuestros profesionales invierten en la salud de nuestros pacientes. Si está interesado en obtener más información sobre cómo podemos ayudar, reservar una cita con nosotros hoy!